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sábado, 15 de agosto de 2009

LUBRICANTES: LARGA VIDA AL MOTOR

Al escoger un lubricante debe tenerse en cuenta que de esa decisión depende en un alto porcentaje la vida útil de un motor, pues, el lubricante cumple con la función de limpiar las impurezas que se forman al interior del motor por la combustión, evacuar el calor eficazmente para excusar la deformación, pero sobre todo evita el desgaste de las partes y piezas al formar una película entre ellas que reduce la fricción. En otras palabras, mientras más alta sea la calidad de lubricante utilizado, mayor será el tiempo de vida de un motor o cualquier otra parte metálica de un vehículo que esté sometida a fricción, presión o desgaste continuo como la caja de cambios, el transfer, las coronas, entre otras.

Una pregunta aparece obvia ¿cómo escoger un lubricante que garantice calidad, engrase adecuadamente las partes del motor y prolongue su vida al máximo? La respuesta, en cambio, no es tan obvia, debido a que para escoger el lubricante adecuado hacen falta tener en cuenta muchas variables, entre ellas: el año de fabricación del vehículo, el tipo de combustible que utiliza (diesel o gasolina), la utilización del vehículo (carga, paseo, recorrido), e incluso, el modo de conducción.
Sin embargo, existen pistas que nos ayudan a seleccionar un buen lubricante entre las muchas marcas, opciones y calidades que nos oferta el mercado, podemos mencionar entre estas a: grado SAE (Society of Automobile Engineers – Sociedad de los Ingenieros del Automóvil), servicio API (American Petroleoum Institute – Instituto Americano del Petróleo), secuencias ACEA (Asociación de Constructores Europeos de Automóviles), la base del lubricante (mineral, sintética, semi-sintética), aprobaciones de los fabricantes de vehículos.
GRADO SAE
Por disposiciones técnicas y legales, en las etiquetas de un lubricante siempre vamos a encontrar su grado SAE, este hace referencia a su viscosidad. Observando este grado, los lubricantes se clasifican en monógrados y multígrados. Los monógrados son aquellos que tienen un solo grado SAE, por ejemplo, SAE 30, SAE 40, SAE 50, SAE 10W. Los multígrados, en cambio, son aquellos que tienen dos grados SAE, por ejemplo, SAE 10W-40, SAE 15W-40, SAE 20W-50.
El grado SAE nos ayuda a determinar la viscosidad del lubricante tanto en frío como en caliente, por lo que si nos encontramos con un lubricante monógrado, por ejemplo SAE 40, esto significa que el lubricante mantiene la misma viscosidad (su fluidez) tanto en frío como en caliente. Por el contrario, un lubricante multígrado nos indica que su viscosidad variará dependiendo de la temperatura de funcionamiento del motor, por ejemplo, un lubricante grado SAE 20W-50, evidencia que tiene un grado de viscosidad 20W en frío (la “W” se deriva de WINTER = INVIERNO), y, un grado de viscosidad 50 en caliente.
Para escoger el lubricante más adecuado para nuestro vehículo, tomando como referencia su grado SAE, tendremos en cuenta: 1. Un lubricante monógrado actúa en un rango limitado de temperatura. 2. En los lubricantes multígrados, mientras más bajo sea el grado que se encuentra acompañado por la “W” (10W-, 15W-), mejor será la fluidez de ese lubricante en frío, esto ayuda a optimizar el primer arranque del día o arranque en frio, pues, a mayor fluidez del lubricante en frío, la lubricación de las partes y piezas es más rápida. Lo dicho adquiere importancia ya que el 70% del desgaste de un motor se da precisamente en el arranque en frío. 3. Siguiendo con los multígrados, mientras más alto sea el número ubicado después de la “W”, más viscoso será el lubricante en caliente.
SERVICIO API
El servicio API se refiere a la clasificación de los lubricantes realizada por el Instituto Americano del Petróleo (API siglas en inglés), que cada cierto tiempo impone las características técnicas, físicas y químicas que deben cumplir los lubricantes para ingresar en dicha clasificación.
La división realizada por API más utilizada en la etiquetación de los lubricantes es aquella que los distribuye en: 1. Lubricantes para motores de combustión por chispa, comúnmente aquellos que utilizan gasolina, se los reconoce por la letra “S” (spark). 2. Lubricantes para motores de combustión por compresión, usualmente aquellos que funcionan con diesel, se los identifica por la letra “C”. 3. Lubricantes para transmisiones y diferenciales, se identifican por las letras “GL” (Gear Lubricant) y también “MTL” (Manual Transmission Lubricant).
Para los lubricantes de motores, además de las letras mencionadas, la nomenclatura de la clasificación API se completa siempre con otra letra unida y en algunas ocasiones con un número, por ejemplo, SM, CF, CI-4. La letra que completa dicha nomenclatura significa la evolución de las normas que determinan la clasificación API, es decir, mientras más avanzadas esas normas, también lo será la letra. El número que aparece en algunas etiquetas, como en CI-4, hace referencia al año en el que se creó la clasificación, es decir, el número es parte integrante de todas las clasificaciones API, sin embargo se utiliza solo para distinguir a aquellas que sin cambiar de letra han tenido más de una evolución en distintos años.
En la actualidad los últimos servicios API vigentes son SM para lubricantes de motores a gasolina y CI-4 para lubricantes de motores a diesel. Cabe recalcar que la clasificación API superior siempre cubre los requerimientos de sus antecesoras.
SECUENCIAS ACEA
Las secuencias europeas de lubricantes responden también a una clasificación de estos que es realizada por la Asociación de Constructores Europeos de Automotores (ACEA), con base en especificaciones técnicas que determinan las características físicas y químicas que han de cumplir los lubricantes para ser aprobados con las calificaciones ACEA.
La nomenclatura de las secuencias ACEA está dada en dos partes, una letra que nos indica la clase y un número que evidencia la categoría. Con clase se entiende el lubricante recomendado para un tipo general de motores y por categoría las diferentes aplicaciones en relación con un tipo general de motores.
Las clases según las secuencias ACEA son: A/B lubricantes para motores a gasolina y diesel livianos, C lubricantes compatibles con catalizador; y, E lubricantes para motores a diesel de trabajo pesado (heavy duty).
Ambas clasificaciones nos ayudan a determinar la clase de lubricante más apropiado para nuestros vehículos teniendo en cuenta el tipo de combustible que usamos y las características técnicas específicas de los fabricantes.
LUBRICANTES MINERALES Y SINTÉTICOS
Un lubricante siempre está compuesto por un aceite base y por un paquete de aditivos; el aceite base es aquel que permite al lubricante realizar su principal función, lubricar las partes móviles del motor; los aditivos significan una protección adicional al motor pues evitan la degradación del lubricante a las altas temperaturas a las que funciona.
El que un lubricante sea mineral, sintético o semi-sintético (blended) significa que su base es mineral, sintética o una mezcla de ambas respectivamente. Todas las bases resultan de procesos químicos de destilación del petróleo, los minerales responden a un proceso directo y los sintéticos aparecen luego de pasar por los laboratorios petroquímicos.
Al escoger el lubricante propicio para nuestro vehículo, entre un mineral y un sintético, dependerá mucho de la tecnología con que ha sido desarrollado su motor, pues, considerando que los aceites sintéticos han sido diseñados en tiempos más recientes que los minerales, al tomar la decisión tendremos en cuenta la compatibilidad de la tecnología de nuestro motor con un aceite sintético.
Existen muchas razones para preferir un aceite sintético, citemos algunas: 1. Alargan la vida del motor, pues se diseñan en forma tal que el coeficiente de fricción se reduce ayudando a evitar el desgaste. 2. Estabilidad, los lubricantes sintéticos mantienen estable su viscosidad en amplios rangos de temperatura. 3. Potencia, al existir menor rozamiento entre las partes dinámicas del motor, estas se mueven con mayor facilidad apoyando al aprovechamiento máximo de la potencia de un motor. 4. Menor consumo de aceite, en razón que los lubricantes sintéticos son menos volátiles que los minerales. 5. Reducen el consumo de combustible, pues la disminución de la fricción y la gran fluidez de sus diseños, hacen que los esfuerzos del motor, en todo momento, sean menores. 6. Contaminan menos, sobre todo debido a que son diseñados para largos intervalos de cambio y también demandan menos aditivos contaminantes, suponiendo así una menor cantidad de residuos en el aceite usado.
APROBACIONES DE FABRICANTES (VEHÍCULOS)
Por último, para escoger un lubricante que nos garantice calidad, hemos de poner especial atención en que en sus etiquetas tenga las aprobaciones de los fabricantes de vehículos. Estas aprobaciones constituyen procesos propios de cada fabricante para determinar los requerimientos mínimos técnicos, físicos y químicos de los lubricantes que serán utilizados como “aprobados” en sus respectivas fabricaciones.
Los fabricantes que con más frecuencia generan sus propias aprobaciones son: General Motors, Mercedes Benz, Volvo, Scania, Caterpillar, John Deere, Mack, entre otros.